New Orleans

Ya no hay esclavos en plantaciones de algodón ni apenas barcos de vapor en el Mississipi, pero uno de los tópicos ha perdurado: la humedad y el calor. Lo peor no es el clima en si, sino que parece que cuanto más calor hace fuera, más frío ponen el aire acondicionado. Así acabé poniéndome dos chaquetas en las sesiones de la conferencia que me llevó hasta Nueva Orleans a finales de Junio. Por suerte, aparte de la ligera discrepancia climatológica entre el desgraciado que puso la temperatura del aire durante las sesiones y yo, el viaje fue toda una experiencia :) Sin más introducción, pongo unas cuantas fotos de las aventuras por "Niarlens" :D

French Quarter. El centro de Nueva Orleans es el barrio francés. La casa típica tiene dos plantas y balcones como los de la foto. El barrio es muy tranquilo excepto una calle: Bourbon Street, que más bien recuerda a algo tipo Spring Break.

French Quarter. Castilla es grande y ancha, pero no sabía que llegara hasta Louisiana :D Como en el monopoly, parece que España y Francia iban intercambiandose la región a base de tratados, hasta que finalmente Francia vendió Louisiana a Estados Unidos.

French Quarter. Este edificio que parece viejo y abandonado resulta ser el mejor sitio de Nueva Orleans para escuchar Jazz. La gente hace cola durante horas para entrar, pero para la conferencia nos habían reservado todo el local. La moto resultó estar ahí :P

French Quarter. Esto es lo que hay al otro lado de las puertas de madera de la foto anterior, justo tras el concierto de 80 minutos que nos habían preparado. Nos tuvieron que echar puntualmente tras hora y media, ya que la gente ya estaba haciendo cola.

French Quarter. En el borde del barrio que da al río está la catedral de San Luis y el antiguo edificio del cabildo español (a la izquierda). Aquí también está el "Café du Monde", un local tremendamente famoso por su "café au lait" y "beignets".

Garden District. Los americanos no querían saber nada de los franceses y españoles que quedaban, asi que construyeron sus mansiones cerca de las plantaciones. Ahora es un barrio con pinta cara donde creo que tuve pinta sospechosa al hacer tantas fotos.

Garden District. El nivel de agua es tan alto que el agua haría flotar los sarcófagos hasta sacarlos de la tierra. Para evitarlo "entierran" a la gente en casetas de piedra. Sin embargo, aquí parece que querían a toda costa una tumba convencional :D

Skyline. Hay ferrys que cruzan el Mississipi cada media hora y son gratis, asi que no dudamos en cogerlo para ver la ciudad al anochecer desde el río. Sigo sin explicarme porque han puesto una línea de alta tensión (derecha) en plena ciudad.

Swamp. La región también es famosa por sus zonas pantanosas y, sobre todo, por los cocodrilos que viven ahí. Nos aventuramos por cuenta propia en esa especie de jungla, pero lo que nos hizo salir corriendo fue otro peligro: la ingente cantidad de insectos.

Swamp. En los parques de la ciudad deben echar algún veneno tremendo para mantener los bichos a raya. Por todas partes se ven impresionantes robles con largas ramas horizontales que crean un ambiente muy interesante. Y una sombra esencial.

Swamp. Al final vi a un cocodrilo, pero en forma de salchicha en un bocata que me comí. Para el que quiera escucharlo, estaré encantado de relatar como aceché en los pantanos al cocodrilo para matarlo con mis propias manos y comermelo. Crudo. ;-)

Natchez. Aunque apenas quedan barcos de vapor, por supuesto hay uno para turistas en el que no dudamos subirnos :D Hay otro de la competencia, pero nos aseguraron (con marcado desprecio hacia el otro barco) que ese no era de vapor de verdad :P

Natchez. Se podía visitar la sala de máquinas y admirar las impresionantes palas del barco en acción. A bordo había un grupo de Jazz y el imprescindible restaurante con precios inflados a más no poder, del que decidimos prescindir.

Clima. Nada más bajarnos del barco, cayó el diluvio universal. Notese que no se ve el otro lado del río y que apenas se distingue la silueta del enorme barco de carga que está pasando de fondo. Por suerte las tormentas pasaban bastante rápido.

Costa. Un día decidimos alquilar un coche e ir hasta la costa, que está más lejos de lo que parece. Ahí todo es llano. Muy llano. Lo único que sobresale son los postes de electricidad, listos para ser tumbados por el siguiente huracán que pase por ahí.

Costa. Es todo tan llano, que el agua de los ríos está casi a la misma altura que la tierra. Para que los ríos sigan siendo navegables sin tener que elevar las carreteras, el paisaje está lleno de este tipo de puentes levadizos.

Costa. Tras muchas millas, llegamos al Golfo de México. Aquí todas las casas estaban elevadas sobre pilares de madera para evitar las inundaciones. Había algunos que parecían haber aprendido la lección de los tornados y utilizaban pilares de hormigón :P

Costa. Aunque apenas se ve en las fotos, en el horizonte se distinguian estructuras que no parecían barcos. Probablemente fueran algunas de las miles de plataformas petrolíferas que hay por esa zona. Eso si, por suerte el agua estaba limpia.

Ostras. Dada la cercanía al mar, por todas partes ofrecían ostras. Aún no se como llegué a decidirme a probar una: como dicen en la Wikipedia, son de "gusto adquirido", es decir, saben a rayos hasta que uno no ha tomado muchas y se acostumbra.

La noche. En el sentido más literal, la noche es uno de los mejores momentos del día en Nueva Orleans, ya que es cuando el clima se hace más llevadero. Poco antes de entrar en un sitio de Jazz, una noche nos encontramos con este luminoso mercadillo.

Frankenstein

Junio ha sido un mes muy ajetreado. Tras el viaje a Madrid y sobrevivir a una paper deadline, lo siguiente fue la SPAWC, un congreso de procesado digital de señales. Aunque no es mi tema principal, estaban interesados en ejemplos practicos que llevaran a la realidad lo que los especialistas en ese área desarrollan en forma de infinitas fórmulas matemáticas. Eso es algo que sí hemos hecho alguna vez, así que ahí me planté con mi poster. El congreso era aquí en Darmstadt, así que no era tan exótico, pero a pesar de ello fue toda una experiencia. Sobre todo, un día nos llevaron a cenar al castillo de Frankenstein, que ni siquiera conocía :D

Frankenstein. Hay varios castillos por la zona con el mismo nombre, pero parece que el monstruo no estuvo en ninguno de ellos. A cambio, las vistas desde la torre del castillo merecían la pena y en la cena había mucha comida gratis :D

Frankenstein. Al llegar nos recibieron con este brebaje y los camareros se negaban a dar detalles de lo que era: ¿batido de cerebro? Al menos conseguí sonsacarles que llevaba alcohol, así que pude eludirlo con una buena excusa :P

Frankenstein. La cena fue en una terraza con vistas. Hacia un calor tremendo, pero la recompensa vino al atardecer, ya que la puesta de Sol mereció la pena. Volvimos ya de noche cerrada, pero aun así, ni rastro del monstruo :(

Darmstadtium. El evento en sí fue en el Darmstadtium, un centro de congresos muy llamativo e inspirado en el darmstadio, un elemento de la tabla periódica descubierto en 1994 en - oh, sorpresa - Darmstadt. Con ese nombre, quien lo hubiera dicho.

Darmstadtium. Mi graduación alemana también fue aquí, pero después no había vuelto a tener oportunidad de entrar. Al tercer día de congreso me sentía un poco culpable, ya que hasta entonces solo había podido ir a los eventos relacionados con comida gratis :P