El cable

Me quedé dormido. Al despertar, me di cuenta de que me quedaban 37 minutos para llegar a la estación. Salté de la cama y salí de casa a toda prisa. Sin embargo, al ir a coger el móvil de la mesa del salón, me quedé helado. El cable del cargador estaba desconectado. Sin embargo, aún tenía la imagen nítida de verlo conectado al irme a dormir unas horas antes. Al encender la pantalla, el indicador de batería no dejaba lugar a dudas: estaba cargado. No tuve tiempo para darle más vueltas y salí de casa corriendo. Al llegar a la estación me asaltó de nuevo la imagen del cable. Solo pude haberlo desenchufado yo, pero ¿en que estado?

Al final llegué a tiempo al tren que me llevó a Múnich :)