Mi casa

Hace unos meses escribía acerca de la búsqueda de piso en Darmstadt, ya que al pasar a ser estudiante de doctorado no podía seguir viviendo en la residencia. En aquella entrada describía la visita en grupo a un piso, en el que eramos tantos interesados que tuvimos que verlo en fila india. Aquel piso me gustó mucho, pero con tanta gente no tenía ninguna esperanza de conseguirlo, igual que me había pasado con otras casas. Sin embargo, pocos días después me llamó el propietario y me dijo que me lo daba a mi: ¡fue una alegría inmensa! Me quito un peso enorme de encima, ya que además en esa época estaba justo terminando el proyecto.

En el bajo hay un restaurante, pero los precios no son como para comer a diario


Mi casa tiene dos balcones que dan al Sur :)

El edificio en el que está mi piso se construyó en 1955 y fue diseñado por Ernst Neufert. Aunque ese nombre puede resultar desconocido para la mayoría, entre arquitectos parece sonar bastante: se trata del autor del libro "Arte de Proyectar en Arquitectura", que contiene las medidas estándar para practicamente todo y que por lo tanto es indispensable para diseñar edificios. El libro describe desde el tamaño estándar de una puerta hasta todas las posibles maneras de colocar una cama en una habitación, pasando por las cosas más increibles, como las medidas estándar de una gallina, y del correspondiente horno para cocinarla :D

Buzones en el portal: las paredes son cristales con ilumuniación


Buscando "Ernst Neufert" en Google, sale alguna foto del portal

Aunque el edificio tiene unos cuantos años, fue renovado hace poco: tiene hasta página en la Wikipedia y en Facebook! Está al pie de la Mathildenhöhe, que es una de las zonas más bonitas de Darmstadt y una atracción turística importante. Además, está al lado de la universidad y del centro de la ciudad. Aunque mi departamento está un poco lejos, ya que está en un edificio cercano a la estación, la parada del bus que lleva ahí está al lado de mi casa. Por si fuera poco, el supermercado está a tiro de piedra, así que no me puedo quejar: la verdad es que tuve una suerte tremenda al conseguir el piso :)

La cocina venía con la casa: ¡tengo hasta lavavajillas!


Detrás de la cortina hay una estantería llena de trastos

Poco después de volver de Madrid en Abril, me dieron las llaves de la casa. A pesar de que la inquilina anterior me vendió una estantería y unas cuantas lámparas, el piso estaba bastante vacío. Por suerte, la cocina está incluida en el alquiler. Sin embargo, vivir en una casa sin sillas ni mesa es más incómodo de lo que parece: encontrar un sitio cómodo para trabajar con el portatil es casi imposible! Lo intenté todo, desde sentarme de todas las maneras posibles en mi cama hinchable, hasta acabar dolorido después de varias horas en el suelo. A principios de Mayo, un primo me trajo una mesa y seis sillas que agradecí infintamente :D

Aunque la mesa es realmente pequeña, hemos llegado a comer cuatro personas


Cuando hace buen tiempo, la luz inunda el salón

La semana pasada vinieron mis padres y me echaron una mano amueblando el piso: he esperado hasta ahora para escribir esta entrada y poner fotos, ya que ahora por fin parece una casa de verdad :D Todos los muebles son de ciertos grandes almacenes suecos bastante famosos y que tienen buenos diseños. La verdad es que me ha entretenido mucho montar los muebles de IKEA, ya que me recuerdan un montón a los LEGO. Ahora tengo una cama de verdad, un cabecero multifunción, una estantería, un escritorio, una cómoda... La verdad es que el resultado me ha gustado mucho y estoy muy contento con el piso :)

El cabecero de mi cama contiene un carrito con estantes, que se saca tirando del asa


Mi cama hinchable se ha convertido en el sofa de mi cuarto

Sin embargo, el mueble probablemente más comodo de la casa no es de IKEA, sino que lo trajeron mis padres en avión: se trata de un sillón hinchable, del que resulta casi imposible levantarse, entre otras cosas porque está casi a nivel del suelo :D Todavía me queda mucho por ordenar en la casa, ya que todavía no he buscado sitio para todas las cosas que traje de la residencia. También tengo que encontrar una solución para las paredes, ya que todavía están bastante vacías: mi madre me dará algunos de sus cuadros, pero hasta entonces supongo que volveré a poner los posters de aviones del aeropuerto de Frankfurt :D

En primer plano, el balcón de mi salón, visto desde el del dormitorio


Vista desde uno de los balcones: de día, la iglesia da las campanadas cada hora

He puesto unas cuantas fotos de la casa en esta entrada, pero lo que más me gustaría sería compartirla con mis amigos en persona: por supuesto, seguís todos invitados a venir unos cuantos días de visita a Darmstadt! :)

Portal de mi casa de noche


La luz de las paredes de cristal del portal ilumina el rellano del ascensor

El Sol

Cuando vuelo en avión y tengo la suerte de conseguir ventanilla, me paso largos ratos observando la tierra. Al sobrevolar una zona de nubes y claros, siempre me compadezco de la gente que está en la sombra de las nubes. Alrededor, el sol inunda de energía el paisaje, mientras que bajo las nubes todo parece oscuro y triste. Desde que vivo en Darmstadt, he aprendido a valorar mucho el Sol, ya que una gran parte del año la ciudad está cubierta de nubes. Estos últimos días ha hecho bastante buen tiempo, pero apenas lo he podido disfrutar, ya que durante la semana paso casi todo el día en mi oficina.

El Sol, en una imagen del SOHO

Aprovechando que hoy era sábado, he dado una vuelta por el centro de Darmstadt. No había ni una sola nube. El cielo azul estaba dominado por el Sol, que llenaba de energía las calles de la ciudad. Los tonos grises de los días nublosos habían cedido el paso a colores vivos y luminosos. Las calles, las plazas, las casas, la gente... todo estaba sumergido en luz. Las terrazas de los restaurantes y de los bares estaban llenas, la gente reía y la alegría se sentía con cada paso. La ciudad estaba viva! El Sol no inundaba sólo las calles, sino también a las personas. El ambiente desbordaba optimismo y euforia.

Museo en Darmstadt (Imagen de crayonpsycho)

Ha sido un día de esperanza. Me ha dado ánimos, a pesar del infinito cansancio que me agobia desde hace meses. El Sol es una gran fuente de energía, aunque todo apunta a que hay una más poderosa aún: las personas.