Retrato

Al empezar el curso de fotografía al que he estado yendo estas últimas semanas, nos preguntaron que tipo de fotos nos interesaba más: paisajes, nocturna, de calle... Tanto entonces como ahora diría que me interesa todo un poco, pero debo reconocer que entre tanto hay una categoría que me fascina más que ninguna otra. Los retratos: aprender a captar toda la energía y el ser de una persona y, sobre todo, poder darle luego la foto como un regalo. Me parece la categoría de fotos más complicada de todas, pero también la de mayor recompensa. La pena es que aún no he encontrado demasiadas víctimas para hacer pruebas ;-)

A mis fotos aún les falta el sujeto: aquí, debería haber alguien en el banco del fondo

Erizo

Las primeras páginas me costaron. De hecho, abandoné el libro durante meses por sus capitulos llenos de referencias filosóficas y literarias que dejaban en evidencia mi falta de cultura general. Sin embargo, al final logré entrar en la dinámica de La elegancia del erizo, y me gustó mucho. En el fondo, el libro trata de un tema que la mayoría de las personas evitamos por lo incómodo que es: buscarle un sentido a la existencia, si es que lo tiene. La conclusión del libro es que hay que "buscar los siempres en los jamases", pero para entender eso hay que leerselo con calma :D A cambio, pongo unas citas del libro más inteligibles que me han gustado:

Todas las citas por Muriel Barbery

Aire acondicionado

En cuanto enciendo el aire acondicionado, tengo la sensación de ponerme enfermo al momento. Odio las corrientes de aire frío. Sin embargo, esta semana he tenido que dejar de lado esa percepción subjetiva por una observación objetiva: a 40 ºC no se trabaja bien. El compromiso ha sido poner el aire acondicionado a 27 ºC, que es la temperatura que me gustaría tener todo el año. Me sorprende que en general la gente no es constante respecto a su temperatura ideal. Tras largas mediciones y unos cuantos catarros, he llegado a la conclusión que la ley que rige los deseos climáticos del humano medio es la siguiente:

Efectivamente, no tiene sentido