Faro de Moncloa
Me resultó extraño recorrer de nuevo el tramo entre Ciudad Universitaria y el Faro de Moncloa. De cada esquina colgaban recuerdos y fragmentos de conversaciones muy lejanas. Era sorprendente los detalles de los que me acordaba. Me invadió una nostalgia descomunal. Solíamos recorrer ese tramo después de los examenes. En aquella época, el Faro de Moncloa parecía un mamotreto abandonado y desangelado. Nunca me di cuenta de lo alto que era, y nunca pensé que lo volverían a abrir. Me gustan los miradores, así que tenía pendiente ir. Hace unas semanas tuve la oportunidad de subir, y observar toda aquella nostalgia desde arriba.
El arco, rodeado de carreteras, es una habitación de altos techos y dos colchones
El día estaba nublado, triste, y lluvioso
Los tejados de Madrid están llenos de "precioso ático, muy luminoso, recién reformado"
Big Brother and Big Big Brother are watching you
Los que no tienen el lujo del arco, tienen que traer su propio techo
Desde esos jardines hice esta foto hace años: ¿seguirán poniendo la estrella en Navidad?
Nunca me había dado cuenta del avión que hay delante del Ejército del Aire
La plataforma de observación es sorprendentemente pequeña y es un único espacio