08:16. Arturo Soria. Boca de Metro. Pasillos. Tornos. Escaleras. Anden. Tren. 08:33. Avenida de America. Anden. Escaleras. Anden. Tren. 08:50. Ciudad Universitaria. Anden. Escaleras. Tornos. Parada de autobus. F / U / G / 82. 08:58. Cuesta de Teleco. Edificio A. Aula A-134. "Hola Dani, buenos días". Todos los días lo mismo. A la misma hora. En los mismos sitios.
Y con la misma gente. La rutina hace que coincida todas las mañanas con ciertas personas. Los reconozco enseguida, como si fueran amigos desde hace mucho tiempo. A veces he tenido el impulso de saludarles, pero luego me acuerdo que no les conozco. No se quienes son. Ni que hacen. Ni como se llaman. Ni de donde vienen. Ni adonde van.
El Metro y el autobus fuerzan situaciones curiosas al haber tanta gente en tan poco espacio. Me resulta extraño tener a alguien tan cerca y tan distante al mismo tiempo. Conozco la expresión de la persona que tengo justo delante de mi, se en que parada se sube, se en que parada se baja, se que periódico lee todas las mañanas... Pero es desconocida.
Son desconocidos conocidos. Estoy solo pero acompañado al mismo tiempo. Por lo menos no es más que un "juego" para entretenerse por las mañanas que puedo terminar cuando quiera. A diferencia de la situación inversa, que me preocupa bastante más: Conocidos desconocidos. La diferencia con lo anterior es mínima, pero en este caso no es causado por el Metro. Ni por el poco espacio. Ni por las coincidencias por la mañana.
Es causado por mi mismo. Involuntariamente. A evitar. "Conocidos desconocidos" es demasiado largo. Me quedo con el "ghosts" de antes. Más sencillo.
Foto por moucho_negro (Obtenida de Flickr )
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