Inesperado
Nunca deja de sorprenderme todo lo que se puede hacer en un fin de semana bien aprovechado. En un viaje corto a Barcelona, he descubierto tanto Tarragona como el Monasterio de Montserrat. Desconocía ambos por completo, y ahora me pregunto como podía no conocerlos. No asociaba nada a ninguno de los dos lugares, por lo que cada calle, edificio, o punto de vista que he descubierto ha sido una inesperada pero grata sorpresa. Y esto solo han sido dos de una infinidad de lugares de los que ni siquiera soy consciente. Pero eso está bien: si fuera consciente de todo, nunca tendría la genial sensación de descubrir algo inesperado.
El Puente del Diablo es un acueducto cerca de Tarragona
En el horizonte frente a Tarragona esperaban barcos
Aunque no se vea, el anfiteatro está rodeado de vías, carreteras, y casas
Parte de las gradas está construida con piedras, pero la otra está tallada en la roca
Bancos con vistas al mar
Esta carretera pasa practicamente por encima del anfiteatro
El Monasterio de Montserrat está en una montaña a la que sube un tren "cremallera"
Patio de monasterio con vistas al cielo
El monasterio está rodeado por las rocas de la montaña
Aunque parece que el monasterio está en el valle, realmente está muy alto
Las rocas tienen forma de dedos de una mano que sale de las entrañas de la tierra
En lo alto de la montaña termina un cable de acero que marca una vía para escaladores
Rocas en la cima de Sant Jeroni, a 1.236 metros sobre el nivel del mar
Desde la cima se vislumbra la torre de Collserola, a más de 50 km, y el mar al fondo
En total, la ruta de ida y vuelta hasta la cima fueron más de 10 km andando