Las paredes de la habitación en mi antigua residencia estaban decoradas con un montón de posters de aviones, un mapa de Alemania, algunas fotos y, sobre todo, todas las postales que había recibido hasta entonces. Al mudarme al piso en el que vivo ahora, decidí no llenar las paredes con tantos posters, pero sí quería buscar un sitio para colocar las postales. En la residencia las pegaba con celo a la pared, pero al quitarlas, me di cuenta que el celo se llevaba la capa de brillo de la postal en donde había estado pegado. Por ello, quería evitar volver a pegarlas con celo para que no se estropearan aún más.
Schnuffel también da el visto bueno a la nueva decoración de mi cuarto
Estuve buscando una solución durante meses, ya que tampoco quería perforar las postales con chinchetas y quería evitar utilizar cualquier tipo de pegamento. Una amiga me dio la idea clave: la solución era construir un soporte de cartulina o papel que sujetara la postal como una mano que la agarrara. A su vez, la estructura se podía fijar a la pared con celo. Llevé la idea a cabo y al principio funcionó muy bien, pero el problema fue que la pintura de mi casa es un poco rugosa, por lo que el celo no pegaba bien y al final las postales se caían. En ese momento, mis padres me dieron la segunda idea clave: utilizar un marco.
Por suerte, la inquilina anterior dejó ganchos en la pared :D
Sin embargo, los soportes de papel que había construido resultaron demasiado endebles al intentar ponerlos en el marco. Por ello, las postales y el marco se quedaron sin colocar durante meses, hasta que la semana pasada encontré al fin la pieza que faltaba para la solución perfecta: las esquinas de fotos. Se trata de un invento muy antiguo que consiste en un soporte en el que se puede meter la esquina de una foto y que por el reverso es adhesivo. Poniendo uno en cada esquina, las postales se sujetan estupendamente al papel del marco. En el fondo, son como una versión profesional de los primeros soportes que tenía :D
El avión me recuerda que Madrid está a solo dos horas y media de aquí :)
Esta semana también he aprovechado para ver la pelicula de PhD Comics que ya comenté hace unos meses. Solo la proyectan en las universidades que lo piden, pero por suerte el Filmkreis de la TU Darmstadt la pudo incluir en su programa para este semestre. Probablemente, aquella noche el Audimax se convirtió en el lugar con más doctorandos por metro cuadrado de toda la región :D La pelicula me encantó! A pesar de basarse en catorce años de comics semanales, consigue contar una historia completa en poco más de una hora: las bromas académicas se suceden una tras otra :D Hace mucho que no me reía tanto en el cine!
Es una pena que de momento la pelicula no se pueda ver en Internet :(
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