Hace unas semanas puse un video que documentaba mi intento de hacer una tarta de queso para el departamento. El resultado del experimento fue bastante bueno, así que decidí intentar repetir la hazaña aquí en Madrid y de paso combinarlo con una gran cena en mi casa: me apetecía un montón hace una invitación y me hizo mucha ilusión que casi todo el mundo pudiera apuntarse :) Al final eramos doce invitados y yo, casi como en La última cena :P El menú consistió en nachos con guacamole por Camsua, empanadillas por Cierta Personita, cantidades ingentes de pasta por Parmacenda y tarta de queso por Adrovsky.
Preparar pasta para trece personas no es tan fácil como parece
A lo largo de la cena se extendió un rumor completamente injustificado que ponía en duda la autoría de la tarta de queso, implicando a mi madre en el asunto. Sin duda alguna, una gran falacia, o al menos totalmente exagerado, según mi punto de vista :P Otro detalle insignificante que adquirió protagonismo sin razón fue que en este caso había mezclado los ingredientes con ayuda mecánica, en vez de a mano como en Darmstadt. Sin embargo, defiendo que le di al botón de encender de la maquina con el mismo "amor y cariño" que mezclé los ingredientes a mano en el primer experimento :D
Aquella tarde aprendí a hacer empanadillas :)
La parte más divertida vino tras la cena, cuando probamos el juego que consiste en que cada uno escribe una frase en un papel y se lo pasa al siguiente que tiene que dibujar lo que ha escrito el primero. Después se dobla el papel y se pasa al vecino, que tiene que volver a escribir la frase solo viendo el dibujo. El sistema permite pipelining, por lo que todo el mundo está entretenido todo el rato, y además los resultados tras completar una ronda suelen ser tremendos :D La cantidad de ruido que añade cada paso es enorme, resultando en una SNR para partirse de risa: el resultado escaneado se puede ver aquí (enlace).
En contra del mito existente, esta sartén nunca fue amarilla :P
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